Los cambios que se han producido en el sector odontológico en los últimos años han sido abrumadores, sobre todo en cuanto a gestión clínica se refiere. Se ha pasado de la consulta del dentista a la clínica dental, de la atención a la prevención y de la resolución de problemas concretos a un tipo de tratamientos donde la tecnología está desempeñando un papel fundamental.
Si atendemos a aspectos superficiales, el cambio más resaltable es el enorme retroceso de las clínicas habilitadas en pisos, en favor de las modernas clínicas dentales montadas en locales adaptados y diseñados expresamente para la práctica odontológica. Locales, cuya situación a pie de calle, supone de por sí un cambio de gran calado: No es un cambio del tipo de centro, es un cambio de modelo.
En tanto en cuanto el enfoque en la odontología ha evolucionado desde modelos basados en la atención –esencialmente dedicados a la supresión de dolor- en favor de políticas de diagnóstico claramente orientadas a la prevención, los protocolos de atención al paciente han ido cambiando. Ahora ya no se trata tanto de diagnosticar, presupuestar y tratar, sino de llegar a averiguar cuáles son las motivaciones que han llevado al paciente a la clínica y cómo podemos ayudarle no sólo a tratar sus dolencias, sino a evitar futuras patologías y, en definitiva, mejorar su calidad de vida.
A su vez, la clínica dental tradicional, basaba gran parte del peso de su discurso dirigido al paciente, en la propia figura del doctor y del prestigio que le rodeaba. Esta situación se veía favorecida por varios factores:
- Menor número de odontólogos y, por lo tanto, más facilidad para ser conocidos
- Menos posibilidad de pedir segundas opiniones
- Menos acceso a la información en terrenos odontológicos
El primer gran cambio en este sentido es que pasamos de una relación doctor-paciente a una relación equipo de clínica-paciente. Las nuevas clínicas dentales se han convertido en centros de especialidades en los que el paciente puede y debe sentir que está siendo tratado por un especialista en cada una de las materias en las que está siendo tratado.
Hoy por hoy, además, es necesario el uso de tecnología, no sólo para aumentar la calidad del diagnóstico, sino para conseguir que el mensaje que el doctor quiere transmitir cale en un paciente mucho más escéptico, mejor informado y con mayor posibilidad de comparar.
Estos son los aspectos fundamentales que han ido cambiando con el paso de los años en la gestión clínica.
- ¿Qué modelo seguiremos dentro de unas décadas más?
- ¿Estaremos preparados para adaptarnos al cambio?
En Consultoría Dental Valencia apostamos que sí.
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