En toda relación entre dentista-paciente existe una serie de procesos a la que apenas damos importancia y que es fundamental para que nazca una relación duradera y sostenible. En la gran mayoría de los casos estos procesos están estrechamente relacionados con la satisfacción de nuestros pacientes.
Si no nos preocupamos por gestionar adecuadamente estos procesos, y los dejamos al azar, existe un alto RIESGO que no nos podemos permitir actualmente y que puede ser muy costoso para tu clínica dental. Los efectos que puede tener una mala gestión de clínica son peligrosos y hoy os los relatamos.
En el trato entre el dentista y el paciente, los procesos emocionales tienen una relevancia máxima por dos motivos principales:
El paciente llega a la consulta con un grado de emocionalidad que irá variando dependiendo de muchos factores:
Por otro lado, el dentista llega a la consulta con una emocionalidad que depende de los siguientes factores:
Ya en el interior de la consulta, se produce entre ambos el “subproceso emocional” además de otros subprocesos que se dan forma simultánea:
El responsable de los resultados emocionales es el dentista, y estos resultados no dependen de sus conocimientos técnicos como profesional, sino de su habilidad para manejar sus propias emociones, para comunicarse con el paciente, establecer empatía con éste y poder influir en sus emociones.
Para finalizar, damos dos buenas noticias a las clínicas dentales:
A modo de conclusión podemos resaltar la importancia de los Procesos y la Gestión de una clínica dental, ya que permite dar un salto extraordinario en la calidad del servicio que se brinda. Esto representa un factor clave y diferenciador en el sector dental por clínicas orientadas hacia la excelencia.
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